¿Cómo orar sin desfallecer?

Tiempo de lectura: 2 min. Evagrio Pontico, un monje del siglo cuarto, nos aclara: “No nos ha sido prescrito trabajar, vigilar y ayunar constantemente; pero sí tenemos una ley que nos manda orar sin cesar” (Capita practica ad Anatolium, 49). Este ardor incansable no puede venir más que del amor. Contra nuestra inercia y nuestra pereza, el combate de la oración es el del amor humilde, confiado y perseverante. Este amor abre nuestros corazones a tres evidencias de fe, luminosas y vivificantes.

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Una granada contra la verdad: amenaza al P. Omar

Tiempo de lectura: 4 min. Ante el silencio mediático de una parte de la prensa, la hipocresía de los «defensores de la justicia» y la confusión de algunos católicos acerca de su papel en la política, escribo estas líneas: «Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»» 1. «Somos unos pobres siervos” A veces nos comportamos con

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Idolatría al trabajo: workaholics

Tiempo de lectura: 7 min. Si queremos llevar una vida verdaderamente humana y buena, debemos buscar reducir al mínimo el desorden de nuestra concupiscencia. ¿La solución? En primer lugar, una visión realista de la vida que nos ayude a clasificar las actividades mediante un sistema de valores objetivo. En segundo lugar, mucha disciplina para ser consecuentes con ello sin dejarnos guiar por nuestros puros gustos o miedos. Es decir, adquirir las virtudes de la prudencia y sobre todo, la templanza. Y finalmente, pero aún más importante ya que es lo único que puede ayudarnos verdaderamente a ordenar nuestro ser: una intensa vida de gracia fruto de la eficacia de los sacramentos y la oración. Usualmente esta última es percibida por muchos workaholicos como “una pérdida de tiempo”, sin embargo, es precisamente allí -en el silencio- donde encontrará su Remedio.

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Al Rey, infinitas tierras, A Dios, infinitas almas

Tiempo de lectura: 3 min. El ideal de la conquista de América lo dejó claro Isabel la Católica antes de morir, mientras dictaba su testamento: «Atraer los pueblos de Indias y convertirlos a la Santa Fe Católica.» Lope de Vega ponía esto en labios de Hernán Cortés, gran conquistador de México (aunque medía 1,58 m.), esta frase: “Al Rey, infinitas tierras, A Dios, infinitas almas.” (La Arcadia)

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Las tres virtudes que Jesucristo pidió a Santa Faustina Kowalska

Tiempo de lectura: 2 min. Escribe Santa Faustina en su Diario (1779): Fin de los ejercicios espirituales; última conversación con el Señor. Te agradezco, Amor eterno, por Tu inconcebible benevolencia para mí, por ocuparte Tu Mismo directamente de Mi santificación. Hija Mía, que te adornen especialmente tres virtudes; humildad, pureza de intención [y] amor. No hagas nada más, sino lo

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No negarle nada a Dios… y si le niegas, no te desanimes. Qué dice Santa Teresita.

Tiempo de lectura: 4 min. Una de las amenazas que encuentra un alma que quiere ser consecuente en su vida espiritual es la de formarse una santidad tan “ideal” que llega a ser “irreal”. De tal manera que, cuando Dios irrumpe en su vida a través de las purificaciones -absolutamente normales- tiende a desanimarse y abandonar la carrera comenzada. La

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Buscas amar y entregarte totalmente. Las Sagradas Escrituras nos enseñan cómo.

Tiempo de lectura: 3 min. La búsqueda del hombre en esta tierra consiste en hallar un camino para poder donarse totalmente en un amor verdadero con todo el caudal del que es capaz su corazón. Buscamos en dónde depositar totalmente nuestro ser, reposando en un Amor Verdadero, con mayúscula y sin defectos. Ciertamente, una búsqueda que no está exenta de

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“Seguir a Cristo” no es “seguirme a mí mismo”

Tiempo de lectura: 3 min. Muchas veces queremos seguir a Cristo, pero “a nuestra manera”, con un seguimiento hecho a nuestra medida. 1.      “Mi medida” como un error por exceso Considerándolo como un error por exceso, esto puede consistir en tener realmente deseos grandes de santidad y de seguir a Cristo, pero con una santidad… no digamos “ideal”… sino “irreal”.

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