Es el Día de la Hispanidad, no de los pueblos originarios. Si verdaderamente se celebrarán nuestros orígenes se daría importancia a la cultura más grande que llegó a estas tierras. Más aún si somos católicos, no podemos dejar de recordar este día según la realidad más trascendente: de España nos vino Cristo.
Descubre más desde Morder la realidad
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.