Santa Rosa de Lima y nuestra identidad

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Hablar de Isabel Flores de Oliva, Rosa de Santa María o Santa Rosa de Lima, es hablar de un fruto maduro del espíritu de la conquista española en nuestras tierras americanas. Ya que nuestra santa es de raza criolla, es decir, hija de españoles en América; incluso algunos estudiosos serios y católicos, llegan a decir que en realidad fue mestiza, afirmando por cronistas de la época que sus abuelos maternos eran nativos puros. Sea como sea, Santa Rosa fue un fruto de estas tierras, de la conquista y de una fe que se hizo cultura.

Les propongo para hoy, ante el relativismo cultural, ante una mal llamada fraternidad universal y ante la reafirmación radical de la identidad islámica – como en el caso de Afganistán – reafirmar, con Santa Rosa de Lima, nuestra identidad católica.

La vida de Rosa de Santa María ilumina nuestra realidad americana, en momentos en que debemos reafirmarla con fuerza en sus caracteres más profundos. Con más razón hoy, y me dirijo a los peruanos, hoy, que tenemos un presidente declaradamente comunista, que quiere extirpar todo rastro de “colonización española” (entre comillas, porque afirmar que éramos colonia es un error histórico).

Los gobernantes e intelectuales que así piensan, no se dan cuenta que el Perú y la mayoría de países americanos somos una “síntesis viviente” de varias culturas, como dice Víctor Andrés Belaúnde, y predominantemente la española. Si extirpásemos lo español que tienen nuestros pueblos, extirpamos nuestra identidad; sobre todo, arrancaríamos nuestra fe y renegaríamos de la labor magnánima que tuvo la iglesia católica en estas tierras. Basta decir que el primer libro impreso en América fue un catecismo y la primera universidad reconocida por Real Cédula en américa fue de la iglesia católica en 1551: la Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes de Lima”, o como se le conoce hasta el día de hoy: “Universidad Nacional Mayor de San Marcos”,  que ya en 1596 creó una cátedra de quechua, la «lengua franca» de los Andes*.

Podemos ver que la conquista trajo a nuestros pueblos la cultura hispánica, y con ella, la cultura católica. Somos el resultado de lo que San Juan Pablo II decía en 1982: “una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente acogida, no totalmente pensada, no fielmente vivida”[1]. Pero nuestra fe sí se hizo cultura, sí se acogió, se pensó y se vivió hasta el extremo. Prueba de ello es la santidad Rosa de Lima.

Para graficarlo, cito al historiador Rafael Sánchez Concha hablando del “ansia de trascendencia” que se respiraba en los tiempos de santa Rosa: “Lima, entre 1614 y 1630, había aumentado su población de 25 454 a 40 000 habitantes y era la urbe más importante de América del Sur. La Ciudad de los Reyes ya poseía en esos tempranos años más de cuarenta templos y capillas. Era numerosísima la gente vestida con sotanas y hábitos talares que caminaban por sus calles. Y entre clérigos, frailes, monjas y ermitaños de los alrededores y hermanos terciarios de alguna orden, hicieron que el universo de religiosos sobrepasara el 10% de la población.” Es decir, una de cada 10 personas, era religiosa.

San Juan Pablo II, en la Exhortación Apostólica Catechesi Tradendae (1979) habla acerca de la inculturación del evangelio cuando el mensaje evangélico se mantiene como tal: “este Mensaje no surge de manera espontánea en ningún “humus cultural”; se transmite siempre a través de un diálogo apostólico, que está inevitablemente inserto en un cierto diálogo de culturas; por otra parte, la fuerza del Evangelio es en todas partes transformadora y regeneradora. Cuando penetra una cultura, ¿quién puede sorprenderse de que cambie en ella no pocos elementos? No habría catequesis si fuese el Evangelio el que hubiera de cambiar en contacto con las culturas” (Catechesi Tradendae, 53).

Santa Rosa de Lima no es solamente expresión de la religiosidad de un alma nacional, sino del ideal que Dios mismo plantea para todos los pueblos: “sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”, ya que Dios quiere “que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. La única verdad es Cristo, “solo él tiene palabras de vida eterna”.

A nosotros nos toca hoy reafirmar nuestra identidad desde los cimientos, es decir, hacer que nuestra fe -de la mano de un evangelio auténtico y no light- realmente se haga cultura en nuestra vida cotidiana, en nuestra familia y en la sociedad. Así rescatar la verdadera identidad originaria de nuestros pueblos y de la fidelidad a Dios: somos católicos.

Que Nuestra Señora de la Evangelización y Santa Rosa de Lima, intercedan por nosotros.


[1] (Discurso a los participantes al Primer Congreso Nacional del “Movimento Ecclesiale di Impegno Cuturale” (Roma 16 de enero de 1982).

* Acerca del tema de la primacía de la Universidad de San Marcos, existe cierta discusión sobre su calificación como la primera institución de educación superior de América desde 1549. Dejo las fuentes al final de este mensaje y aclaro dos puntos:

1) El ser la primera universidad creada «oficialmente», Real Cédula, y por mandato de la Corona española, Real Provisión, el 12 de mayo de 1551. Es así la primera universidad de América que fue oficial y solemnemente constituida, es decir, con todas las formalidades reales y canónicas exigidas en la época. La universidad de Santo Domingo, aunque tenía la Bula de Paulo III, no era «oficial». Es decir, no contaba ni con Real Cédula ni con Real Provisión. Sin embargo, funcionaba de facto desde antes.
De hecho, el 2 de agosto de 1758, el rey Fernando VI de España emitiría una Real Cédula prohibiendo a la Universidad de Santo Tomás autodenominarse la primada de América, al no corresponderle tal atribución histórica por encima de las universidades de San Marcos de Lima, México y otras de América

2) Ser la única de las universidades fundadas durante el siglo XVI que ha operado sin interrupciones hasta el día de hoy. Esto último resulta de relevancia, debido a que muchas universidades americanas fueron cerradas durante las guerras de independencia hispanoamericanas o, con posterioridad, debido a conflictos internos.

  • https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/libros/historia/San_marcos/Fund_Uni_Lima.htm
  • https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/libros/historia/San_marcos/Fund_Uni_Sto_Domin.htm
  • https://sisbib.unmsm.edu.pe/Bibvirtual/Publicaciones/geologia/v01_n1/rese%C3%B1a_histo.htm
  • https://web.archive.org/web/20160308022140/http://www.unmsm.edu.pe/Destacados/contenido.php?mver=58
  • https://es.wikipedia.org/wiki/Primera_universidad_de_Am%C3%A9rica

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